Poema de Mario Benedetti. Montevideo, 2008
Vaya uno a imaginar en dónde y cuándo / el tiempo se hará polvo en la espesura / mientras tanto avanzamos y avanzamos / con las manos atadas inexorablemnte / en un sueño más o menos terroso / si a fin llega el clásico amanecer / con sus destellos de otras temporadas / y ya sin dudas ni estupores / sabemos que las manos están libres / y los dedos se atreven con la gimnasia sueca / no está mal admitir que palpitamos / y meternos la muerte en el bolsillo / después de todo / si / después de todo / es la mentira más estimulante / que nos decimos sin proferir hurras / y la felicidad tal vez consista en eso / en creer que creemos lo increíble.
¿Podría despedir mejor a Mario Benedetti que con su propio poema? Mientras el escribía ya se estaba despidiendo de su «yo» y de los nuestros. ¡Que suerte tiene ese nuevo lugar que ha de habitar! Nosotros nos quedamos sin su voz y su presencia; pero su obra será por siempre inmortal y, ésa, ya es nuestra.